El ministro de Trabajo no ve «razonable» ser tan «generoso» con ellos con más de dos millones de desempleados en España
El paro no sólo contribuirá de forma decisiva a deteriorar las cuentas públicas, al menos, durante este año y el próximo, sino que también ha forzado al Gobierno a reducir al mínimo la contratación de extranjeros en sus países de origen, que incluso se «aproximarán al punto cero», según advirtió ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho. Lo hizo minutos después de terminar la primera reunión de la mesa del diálogo social, cuya declaración fue rubricada el pasado 28 de julio por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y los máximos responsables tanto de las patronales empresariales CEOE y CEPYME como de los sindicatos CCOO y UGT. El encuentro, de dos horas y media de duración, sirvió más que nada de toma de contacto para establecer una agenda de trabajo de cara a los próximos meses, de manera que primaron las buenas palabras e intenciones pero no se resolvió ni una sola medida concreta a corto plazo a pesar de la gravedad de la crisis económica.
El paro no sólo contribuirá de forma decisiva a deteriorar las cuentas públicas, al menos, durante este año y el próximo, sino que también ha forzado al Gobierno a reducir al mínimo la contratación de extranjeros en sus países de origen, que incluso se «aproximarán al punto cero», según advirtió ayer el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho. Lo hizo minutos después de terminar la primera reunión de la mesa del diálogo social, cuya declaración fue rubricada el pasado 28 de julio por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y los máximos responsables tanto de las patronales empresariales CEOE y CEPYME como de los sindicatos CCOO y UGT. El encuentro, de dos horas y media de duración, sirvió más que nada de toma de contacto para establecer una agenda de trabajo de cara a los próximos meses, de manera que primaron las buenas palabras e intenciones pero no se resolvió ni una sola medida concreta a corto plazo a pesar de la gravedad de la crisis económica.
Sin tapujos
Corbacho, en un lenguaje llano y sin tapujos, anunció de forma pública que el Ejecutivo tiene previsto restringir de manera drástica las contrataciones en origen, al menos, durante 2009 y mientras duren las dificultades económicas. Y es que, como argumentó de manera gráfica el ministro, «no parece razonable que en un mercado como el español, con 2,5 millones de desempleados, sigamos recurriendo a esa fórmula». Por ello, tras adelantar que entre enero y julio se firmaron 88.180 contratos de ese tipo -eso sí, menos de la mitad que hace un año, cuando se suscribieron 200.000 compromisos laborales en el mismo período-, dijo que el próximo ejercicio no va a ser «tan generoso y amplio» a la hora de elaborar un catálogo de posibles ofertas de empleo (dentro de las llamadas ocupaciones de difícil cobertura) para el colectivo de demandantes foráneos, y que así se lo comunicará al resto de gabinete en el consejo de ministros.No obstante, el titular de Trabajo confirmó que se respetarán los convenios internacionales y acuerdos bilaterales suscritos con otros países en esa materia, al igual que también se harán excepciones con las contrataciones concretas para trabajos especializados cuyas ofertas no puedan ser satisfechas dentro del territorio nacional. «El resto de personas que precise la economía española -aseveró Corbacho- se habrán de cubrir con los parados registrados en las listas de los servicios públicos de empleo». El ministro ya había advertido semanas atrás que «no es el momento» de ofrecer más empleo en el extranjero porque «España tiene una capacidad de absorción de mano de obra limitada, y más en la coyuntura actual». En este sentido, su departamento ya ha implementado un programa para facilitar el retorno a sus países de aquellos inmigrantes con dificultades económicas que deseen hacerlo, en consonancia con las reglas del mercado laboral nacional y con el compromiso de quedarse allí un plazo mínimo de tiempo.Planes de empleoEl anuncio de Corbacho sobre los trabajadores foráneos eclipsó en gran medida la primera cita del diálogo social en la que, junto a él, participaron los secretarios generales de CEOE y CEPYME, junto a los secretarios confederales de acción sindical de UGT y CCOO. Poco salió de este encuentro, más allá de la agenda y la buena disposición de todas las partes para «arrimar el hombro» en la tarea de afrontar con decisión la crisis actual. Es probable que vuelvan a reunirse a finales de mes, pues el Gobierno se ha comprometido a hacerles llegar en 15 días una información amplia de todas sus actuaciones ante el frenazo que sufre la economía, con vistas a buscar a partir de ellas cambios «estructurales» a largo plazo, dentro de lo que el ministro definió como diálogo social «reforzado»'.Ya en el corto y medio recorrido, los miembros de la mesa acordaron cuatro líneas de actuación para este trimestre, de cara a que exista una hora de ruta clara para cada una a finales de 2008.
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