La construcción del centro comercial se agilizará con la adaptación del PGOU

La tramitación se hará mediante una modificación puntual del plan de 1994, una fórmula distinta a la ideada hasta el momento



Es uno de los proyectos emblemáticos del municipio esperado como agua de mayo por los vecinos. El Consistorio esteponero pretende darle un impulso al proyecto del centro comercial de La Lobilla, que promueven el grupo Costasol de Hipermercados, la promotora Azata y otros pequeños empresarios. La ejecución del mismo se agilizará tras la aprobación en pleno el próximo día 21 del inicio del proceso para adaptar el actual planeamiento -vigente desde 1994- a la normativa urbanística de la Junta de Andalucía. Este trámite durará unos cinco meses. Posteriormente, el Consistorio comenzará el proceso para la aprobación de una modificación puntual de elementos del planeamiento (ya adaptado). Esta es una fórmula distinta a la ideada hasta el momento. El convenio para la construcción de este centro comercial, con pretensiones de convertirse en el más grande de España, se firmó el 5 de diciembre de 2005. Su tramitación se estaba realizando mediante un plan especial de interés general, fórmula que no sujeta el proyecto a la aprobación de la revisión del planeamiento y que permitiría acelerar su puesta en funcionamiento. Cuando se presentó el anteproyecto, el pasado mayo, el entonces alcalde de Estepona, Antonio Barrientos, -en prisión por el 'caso Astapa'- aseguró que el parque comercial, que contará con una inversión de 300 millones de euros, no tendría la licencia de obras hasta dentro de dos años y medio debido a la «magnitud» de este proyecto.Primera faseLa primera fase de este centro comercial supondrá la construcción de 100.000 metros de superficie y la mejora de las infraestructuras de la zona. Por ello, el proyecto tendrá que tener además el visto bueno del Ayuntamiento, de la Junta de Andalucía y del Ministerio de Fomento.Se espera que el centro comercial genere 3.000 empleos directos. Se ubicará en una parcela de 395.000 metros cuadrados, de los que 150.000 serán construidos. Contará con zonas de ocio como 10 salas de cine, además de textil, restauración, alimentación, decoración, perfumería, entre otras, además de un hipermercado, que operará bajo la firma Carrefour, y 6.200 plazas de aparcamiento. La propuesta presentada al Consistorio por los promotores contempla además la instalación de un apartotel de Congresos y Exposiciones que resuelva las demandas empresariales que genere el parque comercial. Reunión de portavocesLos portavoces de todos los grupos políticos de la Corporación están informados sobre estos planes municipales. De hecho, mantuvieron la pasada semana una reunión con técnicos de la Junta de Andalucía en la que le trasladaron sus inquietudes sobre la adaptación del actual planeamiento a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA). La intención es que este trámite cuente con el mayor respaldo político.

Zapatero descarta aumentar las tropas españolas destinadas en Afganistán

La muerte de dos soldados, cuyos cadáveres llegaron ayer a España, frena el debate sobre el refuerzo de la misión de la OTAN


REPATRIACIÓN. Compañeros de los militares muertos en el atentado suicida contra las tropas españolas en Afganistán trasladan los féretros con los cuerpos a un avión de las Fuerzas Aéreas Españolas con destino España. / EFE

La muerte en Herat de dos soldados españoles bajo misión de la OTAN llevó ayer al Gobierno a frenar la discusión sobre un aumento de las tropas destacadas en Afganistán. El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, afirmó tener la confirmación expresa de José Luis Rodríguez Zapatero de que no existe ninguna previsión al respecto.

Y el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, defendió en Bruselas que el debate debe centrarse en «cómo llevar a cabo una estrategia político-militar que ponga punto final a la situación de inestabilidad que vive el país», y no en el número de militares que conforman el contingente español.

El Ejecutivo no había cerrado hasta ahora la puerta a un incremento de tropas en la misión, que Blanco defendió como un «trabajo esencial» del Ejército para «intentar llevar la normalidad a zonas azotadas por la violencia y el terrorismo».

La cuestión estaba sobre la mesa después de que la ministra de Defensa, Carme Chacón, anunciara su intención de levantar el límite que impide a España tener a más de 3.000 soldados en misiones de paz en el exterior.

Chacón dejó claro que la cuestión se podría plantear sobre todo respecto al trabajo que España desempeña dentro de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán de la OTAN, en la que participan 778 hombres. Pero Moratinos casi descartó el refuerzo.

Rodríguez Zapatero no dio la razón a uno ni a otro y dejó la cuestión en el aire el pasado miércoles al ser interrogado sobre cuál será su posición cuando el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, pida a sus socios de la alianza atlántica más recursos y tropas para hacer frente el claro avance de los talibanes.

La respuesta vino de la mano derecha del presidente del Gobierno en el PSOE. Blanco ensalzó el trabajo realizado por los militares españoles e incluso aseguró que su presencia en la zona es la «única garantía de protección y de abastecimiento de alimentos y productos imprescindibles para millones de personas», pero dejó claro que España no destinará más medios a combatir el terrorismo internacional. Esa fue la postura que defendió con firmeza el ministro de Exteriores ante el Consejo de la UE en Bruselas, que discutió ayer este mismo asunto.

El jefe de la diplomacia alegó que España no tiene que tener «ningún complejo» por el volumen de su contingente. Lo importante es, a su juicio, que está contribuyendo «en las áreas fundamentales» para la rehabilitación y reconstrucción del país. Y la mejor evidencia del compromiso, arguyó el ministro, es la muerte de los dos soldados asesinados el sábado en un ataque suicida.

Amenaza global

Los cuerpos del brigada Juan Andrés Suárez García, de 41 años, y del cabo Rubén Alonso Ríos, de 30, fueron despedidos en la base española de Herat en presencia de la ministra de Defensa, que voló hacia Afganistán tras conocer la noticia del atentado.

Nada más aterrizar, Carme Chacón y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general José Julio Rodríguez, se trasladaron al hospital de la base para interesarse por el estado de los heridos, a los que dieron palabras de ánimo. Son el capitán Enrique Dopico Rodríguez, el sargento primero Gonzalo Miguélez Diéguez y el cabo Alberto Cao Pérez.

El cuarto lesionado, el cabo primero Antonio Cures García, fue trasladado al hospital estadounidense de Kandahar, al sur del país, donde se recupera de la operación de una de sus piernas, que sufrió una fractura abierta.

«Estamos en Afganistán porque los que han arrancado la vida a nuestros dos compañeros amenazan al pueblo afgano y también a todas las mujeres y hombres libres del mundo; desean someternos a su terror, también a nuestras familias, a las familias españolas», dijo la ministra a los cerca de 800 militares que componen el contingente español en el país asiático, a quienes recordó la gratitud y admiración que los españoles sienten por su labor.

«Estamos en una misión -añadió la ministra- que culminará cuando el pueblo afgano sea capaz de valerse por sí mismo y de vivir en paz y en libertad, porque desde aquí se fraguaron amenazas contra las vidas de miles de ciudadanos inocentes en todo el mundo; desde Casablanca hasta Nueva York, desde Londres hasta Bali, desde Estambul hasta Madrid».

Tras el discurso, Chacón se trasladó a uno de los hangares de la base, donde se encontraban los ataudes de Juan Andrés Suárez y de Rubén Alonso Ríos, a los que rindió un homenaje.

Acto seguido, miembros de la Brigada de Infantería Aerotransportable (Brilat) trasladaron a hombros los féretros de sus compañeros para introducirlos en el Hércules que los trasladó a Manás (Kirguizistán), desde donde tomaron otro avión que llegó a Santiago de Compostela a medianoche.

Una vez en suelo español, los cadáveres fueron trasladados hasta el cuartel general de Figueirido (Pontevedra), donde tiene su sede la brigada 'Galicia VII', a la que pertenecían los muertos y que fue destinada hace tres escasas semanas a Afganistán.

Otoño negro en las carreteras malagueñas

Los 21 fallecidos en septiembre, octubre y noviembre acercan la cifra de muertos este año al total de 2007. La accidentalidad en general desciende un 22%, aunque los siniestros son cada vez más graves




ACCIDENTES. Se han cobrado las vidas de 65 personas en lo que va de año en las carreteras de la provincia de Málaga. / J. M. DE HARO

LOS DATOS
Estadísticas de accidentes mortales en las carreteras malagueñas en 2007 y en lo que va de 2008

2008

Accidentes mortales: 53.

Fallecidos: 65. Hay que tener en cuenta que el pasado abril se registró el accidente del autobús en Torremolinos, que se saldó con nueve turistas finlandeses muertos.

Por meses: Aparte de abril por el mencionado siniestro, septiembre ha sido uno de los peores meses del año. Se registraron diez fallecidos, respecto a los tres del año anterior. Octubre igualó a 2007 con siete muertos, mientras que noviembre ha empezado con cuatro.

2007

Siniestros mortales: 60.

Fallecidos: 68.

Por provincias

Barcelona: 95.

Madrid: 90.

Valencia: 79.

Málaga: 65.

Alicante: 64.

Tarragona: 59.

Murcia: 57.

Lleida: 57.

Zaragoza: 56.

Toledo: 55.

Baleares: 55.El carné por puntos, los radares fijos y la reforma del Código Penal. Las campañas especiales de la Guardia Civil para controlar el alcohol y la velocidad. Las duras imágenes de los anuncios de la DGT para sensibilizar a los conductores. Y todo para llegar a una solemne conclusión, que sirve de eslogan a la última campaña de Tráfico: «No podemos conducir por ti».

Al menos, así lo demuestran las cifras. A pesar de todas las iniciativas que se han puesto en marcha en los últimos años para frenar la accidentalidad, un otoño aciago, con 21 muertos en poco más de dos meses, ha tumbado la tendencia a la baja de la mortalidad en las carreteras malagueñas.

Según las estadísticas recopiladas por SUR, la cifra de fallecidos ha experimentado un fuerte incremento desde el pasado septiembre. Ese mes, uno de los más sangrientos del año, se saldó con diez muertos, siete más que en el mismo periodo del año 2007.

Accidentes muy graves

Fue el principio de una espiral creciente que se ha mantenido hasta este mismo fin de semana. La racha de víctimas mortales se mantuvo en octubre, con siete muertos, y sigue por los mismos derroteros en noviembre, que no ha empezado bien. En los diez primeros días del mes se han registrado cuatro víctimas en accidentes de tráfico.

El domingo cerró una semana negra para las carreteras. Un joven de 24 años perdió la vida después de que otro vehículo embistiera al coche en el que viajaba a la altura del Palacio de Ferias. Según fuentes cercanas al caso, el fallecido viajaba en el asiento de atrás de un Opel Corsa con otros tres amigos cuando al parecer fueron alcanzados en la parte trasera por un BMW en el que iban dos personas. Aunque el joven se llevó la peor parte, hubo otros seis heridos.

Horas más tarde, otro chico de 23 años perdió la vida en lo que parecía una salida de vía en la autovía A-92 a su paso por la localidad de Fuente de Piedra. Sin embargo, la investigación apunta a que el joven sufrió una muerte súbita, lo que hizo que el coche que conducía se saliera de la carretera.

Con todo, en las postrimerías del verano y los primeros meses del otoño se han registrado 21 víctimas mortales en siniestros, lo que supone un tercio del número de fallecidos en lo que va de año, que se sitúa ya en 65. Hasta septiembre hubo 44 muertos, de los cuales nueve perdieron la vida en un único accidente, el del autobús de turistas finlandeses que tuvo lugar en la A-7 a la altura de Torremolinos.

La cuestión no es baladí. A falta de mes y medio para acabar el año, el balance de muertos se acerca ya a la cifra total de 2007, en el que hubo 68 víctimas mortales desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre. «Y aún nos quedan por delante el puente de la Constitución y las fiestas navideñas», comentan resignados en la DGT.

Por el contrario, los accidentes han descendido. De los 60 siniestros mortales de 2007 se ha pasado a 53 desde enero, lo que supone una caída del 11%.

El dato es aún menos negativo si se tienen en cuenta la accidentalidad total, que ha descendido un 22%. La conclusión es clara: hay menos siniestros, pero son cada vez más graves