Fuente: Diario Sur.
Pese a la caída, los registradores opinan que la Costa del Sol tiene armas para «retomar la senda de crecimiento» Justicia prevé la apertura de 30 nuevas demarcaciones en la provincia durante los próximos tres años
ACTIVIDAD. Las oficinas registrales viven momentos de desaceleración. / SUR
Los nubarrones que están ensombreciendo el hasta ahora radiante negocio inmobiliario también están dejándose notar en las oficinas de los registradores de la propiedad de la provincia. El parón del ladrillo -iniciado a raíz de la crisis 'subprime'- ha sumido al sector residencial, uno de los pilares de la actividad registral, en un profundo letargo que está dejando mella en el ritmo de trabajo de estos profesionales. Así, tras una etapa de tramitaciones frenéticas bajo el manto del 'boom', los registros están apreciando un fuerte descenso del número de operaciones que los integrantes del gremio en la provincia cifran en un 25%.Javier Angulo, registrador de Estepona, recuerda que hace años la llegada de numerosos inversores al mercado inmobiliario en busca de plusvalías disparó la actividad de estas oficinas. En los últimos meses, sin embargo, este escenario ha dado un giro de 360 grados. «Desde hace tiempo venimos notando una desaceleración por la caída de los ritmos de construcción. La Costa del Sol y la provincia en su conjunto ha registrado un volumen de edificación altísimo en los últimos años, el cual era insostenible. El mercado es cíclico y tiene oscilaciones. Por ello, tras un periodo de bonanza, es normal que ahora se decrezca o se crezca más despacio», argumenta Angulo.A juicio de este experto, el descenso del volumen de actividad se aprecia especialmente en aquellos registros cercanos a localidades con un fuerte mercado de segunda residencia, como son los municipios costeros. No en vano, estas dependencias son uno de los mejores termómetros de la marcha del negocio inmobiliario, ya que por ellas pasan la mayoría de operaciones vinculadas al sector, excepto aquellas ligadas a gestiones entre particulares, como el alquiler. Así, en estas oficinas se inscriben desde hipotecas, a transacciones de compraventa o embargos judiciales. «Nuestra misión es aportar transparencia y seguridad en las gestiones del ladrillo», expone Javier Angulo.Previsiones optimistasPese a la mala racha por la que atraviesa el ladrillo, Angulo es optimista y recuerda que la Costa del Sol tiene unas características especiales, «por su producto consolidado de sol, playa y golf» que hacen prever que retomará su senda de crecimiento.El aumento de actividad generado en la última década hizo que el Ministerio de Justicia aprobase un plan para reforzar el número de oficinas registrales a fin de compensar el incremento de operaciones. Esta medida contempla la apertura de 300 demarcaciones en toda España (lo que supone un aumento del 35%), de las cuales una veintena estarán instaladas en la provincia, según aseguró a SUR el delegado territorial en Málaga del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de Andalucía Oriental, Luis Martín. De este modo, Málaga suma en estos momentos 36 registros de la propiedad, que se ampliarán a 56 en los próximos tres años. Eso sí, el refuerzo, como señala Martín, llega tarde.
Pese a la caída, los registradores opinan que la Costa del Sol tiene armas para «retomar la senda de crecimiento» Justicia prevé la apertura de 30 nuevas demarcaciones en la provincia durante los próximos tres años
ACTIVIDAD. Las oficinas registrales viven momentos de desaceleración. / SUR
Los nubarrones que están ensombreciendo el hasta ahora radiante negocio inmobiliario también están dejándose notar en las oficinas de los registradores de la propiedad de la provincia. El parón del ladrillo -iniciado a raíz de la crisis 'subprime'- ha sumido al sector residencial, uno de los pilares de la actividad registral, en un profundo letargo que está dejando mella en el ritmo de trabajo de estos profesionales. Así, tras una etapa de tramitaciones frenéticas bajo el manto del 'boom', los registros están apreciando un fuerte descenso del número de operaciones que los integrantes del gremio en la provincia cifran en un 25%.Javier Angulo, registrador de Estepona, recuerda que hace años la llegada de numerosos inversores al mercado inmobiliario en busca de plusvalías disparó la actividad de estas oficinas. En los últimos meses, sin embargo, este escenario ha dado un giro de 360 grados. «Desde hace tiempo venimos notando una desaceleración por la caída de los ritmos de construcción. La Costa del Sol y la provincia en su conjunto ha registrado un volumen de edificación altísimo en los últimos años, el cual era insostenible. El mercado es cíclico y tiene oscilaciones. Por ello, tras un periodo de bonanza, es normal que ahora se decrezca o se crezca más despacio», argumenta Angulo.A juicio de este experto, el descenso del volumen de actividad se aprecia especialmente en aquellos registros cercanos a localidades con un fuerte mercado de segunda residencia, como son los municipios costeros. No en vano, estas dependencias son uno de los mejores termómetros de la marcha del negocio inmobiliario, ya que por ellas pasan la mayoría de operaciones vinculadas al sector, excepto aquellas ligadas a gestiones entre particulares, como el alquiler. Así, en estas oficinas se inscriben desde hipotecas, a transacciones de compraventa o embargos judiciales. «Nuestra misión es aportar transparencia y seguridad en las gestiones del ladrillo», expone Javier Angulo.Previsiones optimistasPese a la mala racha por la que atraviesa el ladrillo, Angulo es optimista y recuerda que la Costa del Sol tiene unas características especiales, «por su producto consolidado de sol, playa y golf» que hacen prever que retomará su senda de crecimiento.El aumento de actividad generado en la última década hizo que el Ministerio de Justicia aprobase un plan para reforzar el número de oficinas registrales a fin de compensar el incremento de operaciones. Esta medida contempla la apertura de 300 demarcaciones en toda España (lo que supone un aumento del 35%), de las cuales una veintena estarán instaladas en la provincia, según aseguró a SUR el delegado territorial en Málaga del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de Andalucía Oriental, Luis Martín. De este modo, Málaga suma en estos momentos 36 registros de la propiedad, que se ampliarán a 56 en los próximos tres años. Eso sí, el refuerzo, como señala Martín, llega tarde.
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