Una crisis para frotarse las manos

Son la otra cara de la moneda económica. No conocen los números rojos, ni los planes de recorte de plantillas. Negocios de todo a cien, de gestión de deudas, de comida rápida y de compra-venta de oro han multiplicado sus beneficios gracias a la recesión

COBRADORES DE MOROSOS. Los negocios que gestionan los impagos multiplican su clientela en épocas de muchas deudas.

Van a contracorriente. Mientras la mayoría de negocios hacen acrobacias para sortear la etapa de recesión económica sin perder el equilibrio, unos pocos privilegiados se frotan las manos y sacan partido de las dificultades. Gestoras de recobros, abogados especializados en procesos concursales, detectives privados, bazares de todo a cien, restaurantes de comida rápida, joyerías de compra-venta de oro, montes de piedad, tiendas de segunda mano... En el seno de estas compañías no hay crisis, ni despidos, impagos ni caídas en picado de la facturación. Más bien, todo lo contrario. La desaceleración financiera que azota el país está trayendo nuevas oportunidades de negocio tanto a las empresas ligadas a la persecución de morosos y gestión de deudas, como a las que ofrecen alternativas asequibles al bolsillo. Muchas de ellas admiten que estos días están duplicando su actividad. Desbordadas, la mayoría se han visto obligadas a lanzar ofertas de empleo para reforzar sus plantillas y amortiguar la sobrecarga de trabajo.Son, pues, la excepción que confirma la regla. Auténticos oasis en medio de un desierto de números rojos que pueden presumir de capear las vacas flacas y ganar cuota de mercado mientras al resto de mortales no le salen las cuentas.

COMIDA RÁPIDA
Hamburguesas y pizzas para 'alimentar' la crisisCuando el bolsillo aprieta, las familias no tienen más remedio que sacar la tijera y sisar gastos; una pérdida de presupuesto que afecta directamente a las salidas fuera de casa. En tiempos de crisis la mayoría de las familias se ven obligadas a renunciar a la apetecible cena en el restaurante de turno. Los menús de 30 euros descuadran las cuentas domésticas; sin embargo, existe una alternativa cada vez más recurrida entre quienes buscan una oferta de ocio asequible: la comida rápida.Firmas como McDonald's o Burger King incrementaron sus beneficios en el primer semestre de 2008 un 31% y un 28%, respectivamente. Hasta 2010 el 'rey de las hamburguesas' tiene previsto inaugurar 70 locales más. Su directora general en España, Patricia Abril, confesó recientemente que a pesar de la situación económica, las previsiones apuntan a que seguirán creciendo «a buen ritmo».Carolina López, propietaria de seis McDonald's de la provincia, también augura un buen cierre de ejercicio. «En líneas generales tendremos resultados positivos, con aumentos tanto en número de clientes como en facturación», explicó.A juicio de esta empresaria malagueña, la clave de la buena racha que vive el sector de la comida rápida reside en la competitividad de sus precios. «Antes las familias podían permitirse un gasto mayor en un restaurante; ahora, sin embargo, si necesitan salir un rato eligen otras opciones más económicas con garantías de calidad como es McDonald's», expone. «No es que tengamos nuevos clientes, sino que los que antes recurrían a nosotros de forma más excepcional, ahora nos tienen más presentes como opción de ocio», matiza.Las empresas de pizzas para llevar también saborean las mieles de la crisis. Desde Telepizza eluden dar cifras, pero reconocen que este año, con la recesión, incrementarán las ventas.

GESTIÓN DE COBROS
Los perseguidores de morosos, en rachaEl pasado junio (último dato echo público), la morosidad de los créditos concedidos por las entidades financieras españolas superó la cota psicológica del 2%, un umbral que no se registraba desde junio de 1998. En un solo mes -de junio a julio- el sistema bancario vio crecer el volumen de impagos del 1,61% al 2,15%. Este último porcentaje duplica con creces al contabilizado a comienzos de año, por lo que aunque aún está lejos del 8,69% alcanzado en 1994 con la quiebra de Banesto, ya ha encendido todas las alarmas. Todas menos las de las empresas de cobro de deudas, que están haciendo estos meses su peculiar agosto gracias al repunte de la morosidad.Manuel Madrid, director de la delegación malagueña de El cobrador del frac, asegura que desde primeros de año no dan abasto. «Vamos a contracorriente. Cuando a la gente le va mal a nosotros nos va bien», asevera. Y añade cifras concretas: «Nuestra actividad ha aumentado más de un 80% por la crisis. Ahora tenemos casi el doble de clientes que antes, por lo que hemos tenido que aumentar la plantilla un 50%. Estamos desbordados, y la tendencia futura apunta al alza», cuantifica.Las empresas de cobros juegan con la baza del qué dirán para conseguir que los deudores salden sus cuentas. Disfrazados con trajes de gala o de colores vistosos, persiguen al moroso a la luz del día para forzar que su cliente cobre lo que le deben por la vía de la vergüenza; una alternativa mucho más ágil que la vía judicial.Sobre el perfil de los intimidados, Madrid cuenta que la mayoría procede de sectores vinculados con la construcción y el ladrillo, aunque afirma que, tal y como están las cosas, empiezan a abundar los morosos en todos los ámbitos. Una realidad que les beneficia.


NEGOCIOS DE COMPRA DE ORO

Las ventas se han duplicado en un añoEl encarecimiento de las hipotecas unido a la subida de los alimentos básicos y al aumento del desempleo ha generado un cóctel explosivo que está poniendo contra las cuerdas a la economía de muchas familias malagueñas. En este contexto no es de extrañar que los negocios de compra-venta de oro vivan una etapa dorada. Las cajas registradoras de las casas de empeño trabajan estos días a destajo. Las dificultades para llegar a fin de mes y el recelo de los bancos a conceder préstamos explican el espectacular aumento de actividad que están registrando estas empresas, en las que tampoco se ha colado la crisis.Jorge de los Riscos, encargado de Cv oro, cifra el incremento en un 100%. «Si a el país se resiente, nuestro negocio prospera», ilustra, al tiempo que confirma que el 80% de sus clientes son malagueños hipotecados a los que le ha subido la mensualidad y no pueden afrontarla. «Los que antes pagaban 800 euros ahora deben ingresar 1.200 y como están las cosas, no pueden».No obstante, precisa que el abanico de quienes venden sus joyas es cada vez más amplio, «ya que la crisis nos afecta a todos». Cada gramo de oro está valorado en unos 9 euros. Según De los Riscos, una pulsera media puede tener unos 18 gramos, lo que genera un préstamo de alrededor de 160 euros.Esta es la razón por la que cada vez más malagueños acuden al Monte de Piedad para empeñar sus bienes a cambio de dinero. Según datos facilitados por Unicaja, su oficina, ubicada en la plaza de San Francisco, contaba durante el primer trimestre de 2008 con 16.090 clientes, un 2,68% más que en 2007.

ABOGADOS
Los bufetes de derecho concursal, desbordadosLos abogados especializados en procesos concursales son otros de los profesionales beneficiados por el mal rumbo de la economía. Como ocurre con los cobradores de morosos, el auge de los impagos se traduce en un aumento de la carga de trabajo para este colectivo, que no sólo está logrando burlar la recesión sino que, además, reconoce abiertamente que las dificultades para hacer frente a las deudas están cuadruplicando su actividad.Daniel Pastor, del bufete Daniel Pastor y Asociados, corrobora que en su empresa no hay crisis, «todo lo contrario, incluso estamos ampliando el despacho. En el último año hemos multiplicado por cuatro los medios humanos y técnicos», resume. Según destaca este letrado, experto en materia mercantil y concursal, el buen momento que atraviesa su negocio es una realidad generalizada en el sector. «En el último cuatrimestre, estamos asistiendo a una incesante caída de empresas en concurso, principalmente promotoras y constructoras, así como negocios de servicios que han estado viviendo de la buena racha del ladrillo. Esto es un efecto dominó que afecta desde el que tiene una obra al que pone puertas o amuebla jardines. Los que más están cayendo son los proveedores pequeños», destaca.Pese a las alegrías que les está reportando la desaceleración financiera, Pastor aclara que prefiere un término medio, «ya que un nivel de insolvencia tan grande como el que se está dando estos meses acaba siendo contraproducente para todos», concluye.

DETECTIVES
Más investigaciones por bajas e impagosLas épocas de crisis suelen ir acompañadas de un aumento de la picaresca. Y es precisamente allí donde intervienen los detectives privados. Es puro «efecto rebote», como explica Antonio Cereceda, director de Acme Investigaciones: «La situación actual hace que la gente necesite más de nuestros servicios, por pura lógica: ahora se persiguen más las bajas de trabajadores y se solicitan muchas más búsquedas de patrimonio para demostrar que el moroso puede pagar su deuda».En el terreno laboral, Cereceda precisa que en cuanto el escenario financiero se nubla, los empresarios no pasan «ni una»: «Cualquier profesional que no rinde o no cumple sus objetivos es perseguido», revela. Miguel Ángel Martín, otro detective malagueño, subraya que las mutuas están detectando un alza de bajas fraudulentas de trabajadores que buscan evadir el paro. «Muchos fingen lumbalgias o depresiones porque estando enfermos no les pueden despedir», aclara este experto.Respecto a los beneficios que le está reportando la crisis, Martín reconoce que recibe más casos de índole laboral y por impagos, pero aclara que, por el contrario, se están viendo reducidas las investigaciones encargadas por personas privadas por temas de infidelidad. «Ahora que la economía familiar se resiente, este tipo de cuestiones deja de ser prioritaria. Ya no se invierte dinero en ponerle un detective al marido o a la esposa».

TODO A CIEN
Regalos y productos de droguería a bajo coste«Sí, sí, muchas ventas... poco dinero, más clientes. Llenos...». El encargada de un bazar chino de la capital no duda cuando se le pregunta por la evolución de su negocio.Pese a la barrera del idioma, que sortea con no pocas dificultades, este asiático asegura que con motivo de la recesión aumenta el número de clientes que cruzan las puertas de su negocio para adquirir tanto regalos como productos de droguería, a precios más económicos que en otros establecimientos. Y es que, en época de crisis, el bolsillo manda.