Dónde invertir en tiempos de crisis

Economia

La incertidumbre económica y financiera unida al mal momento de la Bolsa limitan las opciones de los pequeños ahorradores


TENDENCIA. Se han producido grandes trasvases de dinero de unas fórmulas de inversión a otras.
Una cada vez más intensa y preocupante crisis económica unida a otra de carácter financiero; la Bolsa atravesando el peor momento de los últimos tiempos, con pérdidas cercanas al 24% en lo que va de año; una inflación desbocada y, al menos de momento, imposible de controlar -el pasado mes de junio ya se situó en el 5,1%, lo que neutraliza la rentabilidad de la inmensa mayoría de productos de inversión-; el barril de petróleo por encima de los 123 dólares, pese al recorte de precios de los últimos días. Ese es el desalentador panorama al que se enfrentan los pequeños inversores que cada vez tienen más complicado obtener rendimientos interesantes por sus ahorros. Y no por la falta de productos y vías para invertirlos, sino por lo complicado de la coyuntura y por los negros nubarrones que aún amenazan el horizonte Bolsa, fondos de inversión y de pensiones, cuentas y depósitos, deuda pública, oro y materias primas, vivienda... Son sólo algunas de las alternativas que tienen a su alcance los inversores en función del perfil de riesgo, disponibilidad y rentabilidad que tenga cada uno. Desde hace ya casi un año, las fuertes turbulencias derivadas de la crisis financiera han provocado gigantescos trasvases de dinero de unas fórmulas de inversión a otras con el fin de preservar y garantizar al máximo posible no sólo la rentabilidad, sino los propios capitales. Las huidas de dinero de los fondos de inversión y su entrada en depósitos o las ventas en Bolsa son un claro ejemplo de esa situación. No obstante, no conviene olvidar que cada vez resulta más difícil ahorrar a las familias españolas. La crisis, la imparable subida del euríbor -en junio cerró en el 5,361% y este mes apunta un nuevo incremento- unido al galopante aumento de la inflación han provocado que la tasa de ahorro de los españoles haya caído cuatro décimas en el primer trimestre, hasta el 2,6%. Al margen de las dificultades existentes, estás son algunas de las principales fórmulas de inversión.

BOLSA

Para inversores con aguante y sin prisasLa Bolsa, tanto la española como las plazas internacionales, vive desde hace ya muchos meses un momento realmente convulso del que la mayoría de expertos no ven claro el fin. Fuerte caídas -algunas de ellas históricas- y una acusadísima volatilidad marcan el devenir de los mercados financieros, que reaccionan con extrema sensibilidad al crack económico y a la crisis financiera. Consecuencia de ello, el Ibex-35 ha roto este año las subidas ininterrumpidas de los últimos cinco años, periodo durante el cual la Bolsa española acumuló un alza del 150%. Frente a ello, desde enero ya se ha dejado más del 24%. Tras este complicado periodo, ¿qué puede ocurrir? ¿Es buen momento para empezar a tomar posiciones o no hay que precipitarse y esperar a que amaine el temporal?. La respuesta no es fácil. Sobre todo a tenor de la prudencia mantenida por los analistas consultados, que mantienen importantes diferencias. Los hay que opinan que, a pesar de que creen que se mantendrá una fuerte volatilidad en los siguiente meses, el actual puede ser un buen momento para hacer compras. Juan Mari Otxoa e Itziar Mendía, de Fineco, explican que, «aunque aún hay muchos nervios, la Bolsa podría estar ya comenzado a tocar suelo. Ahora el mercado no está para irse, sino que puede haber oportunidades. El que no haya vendido no debe hacerlo ahora y quienes no tengan posiciones puede ir haciendo cartera con prudencia y de forma equilibrada, porque creemos que ya se ha superado en un 90% los peores momentos y las mayores tensiones». En esa misma línea, Ángel de Benito, de Banif, es claro: «Para llevarse parte del pastel hay que arriesgar en cierta medida. Hasta diciembre podría haber suelo y podemos estar cerca de otro intento de superar la actual situación». El experto cree que la Bolsa no es una buena herramienta para el corto plazo, pero mantiene que «hay buenas compras para invertir a cuatro años. Eso sí, hay que ser prudentes», añade. Por su parte, Diego Bareño, director del centro de Banca privada de la Caixa, sostiene que en las actuales circunstancias de mercado «debemos adoptar una actitud especialmente oportunista», a lo que añade que «seguimos viendo oportunidades de inversión en sectores poco cíclicos y con capacidad de fijación de precios». Entre ellos, los de materiales, empresas farmacéuticas o de servicios públicos regulados. Diego Corral, de Mercagentes, prevé un verano muy volátil y previsiblemente caídas adicionales. De ahí, que sólo recomiende entrar en Bolsa «de forma gradual y selectiva a inversores con horizonte a largo plazo y capaces de resistir una volatilidad más larga que la normal». Entre los posibles sectores por los que apuesta destaca, entre otros, los de la energía y materiales.También hay expertos que mantienen que aún no es el momento de 'jugar' en Bolsa. Entre ellos, Alberto Loza, de Mercagentes. «Los inversores prudentes no deben entrar todavía porque aún hay mucho lío. Creo que es mejor esperar porque no hay ninguna prisa. Nadie se va a perder las subidas de la Bolsa», asevera. En suma, opiniones para todos los gustos. Usted tiene la última palabra.

DEPÓSITOS

El gran refugio Hace ya tiempo que los depósitos se ganaron el favor de los inversores. Y por varios motivos. La guerra del pasivo desatada por bancos y cajas para captar el dinero de los ahorradores les ha llevado a realizar agresivas ofertas con elevadas rentabilidades que pueden superar el 5% a un año y hasta el 15% anual para un mes, si bien a veces están sujetos a severas condiciones. Además, la seguridad que ofrecen estos productos ha captado a muchos inversores con aversión al riesgo. Esos factores han contribuido a que los saldos de los depósitos se hayan disparado en los últimos tiempos. Los expertos son conscientes de esa realidad. No obstante, son varios los que aconsejan tener «mucha prudencia» a la hora de elegir bien el banco con el que contratar los depósitos ante las incertidumbres existentes en el sector. También recomiendan «no poner todos los huevos en la misma cesta». «Hay que tener cuidado de que la entidad no te va a fallar, porque la contratación de un depósito es un acuerdo privado con el cliente y no hay seguridad», explica un asesor. Más alla de esa prudencia, la mayoría de analistas recomiendan contratar depósitos a corto plazo -a uno o dos años-, que permiten disfrutar de una elevada rentabilidad, superior en muchos casos a la inflación, y la capacidad de disponer del dinero en un corto plazo de tiempo. «Es un interesante refugio. Cuando venza el plazo a un año ya decidiremos dónde invertir en función de la evolución de la inflación y de los tipos», explican desde Fineco.

FONDOS DE INVERSIÓN

Los más perjudicados Los fondos son, sin duda, los grandes damnificados de la actual coyuntura. La incertidumbre implantada en los mercados ha sido su peor enemigo y ha provocado con frecuencia una rentabilidad negativa, que en el caso de los fondos de renta variable ha llegado a superar el 20%. La consecuencia, una importantísima pérdida de partícipes (superior al millón) y una desbandada, que en los seis primeros meses del año casi alcanza los 30.000 millones de euros. Los expertos creen que «aún estamos en fase de salida de dinero de esos productos». Con todo, dejan claro que «no es justo colocar la misma etiqueta a todos los fondos. Los hay muy buenos, muy bien gestionados y que ofrecen rentabilidades». En ese sentido, desde Mercagentes se destaca que «resulta básico contar con un buen asesoramiento, cercano y adecuado a las posibilidades de cada inversor».

TESORO PÚBLICO

La seguridad por encima de todo En épocas de turbulencias e incertidumbres como la actual, la deuda pública capta el interés de muchos ahorradores que, por encima de todo, priman la seguridad, aunque obtengan una menor rentabilidad. Sin embargo, a día de hoy el gran handicap de las letras del Tesoro es la elevada inflación que sufre España. El último dato del 5,1% supera ampliamente el tipo del 4,44% que, según la última subasta, ofrecen las letras a 12 meses o el 4,84% de los bonos a tres años. De ahí, que los expertos sólo recomienden este tipo de activos para inversores muy muy conservadores.

ORO Y MATERIAS PRIMAS

Un mercado muy complejo Muchas materias primas iniciaron hace ya tiempo un rallye alcista imparable -provocado en gran medida por la especulación- que ha generado gigantescos beneficios. Sin embargo, no es un sector pensado para los pequeños inversores. «Se trata de mercados muy complejos, con muchas dificultades para controlar su evolución y fuera del alcance de muchos», explica un experto. Además, numerosos analistas consideran que el ciclo de subidas de muchos precios puede estar llegando a su fin. «El fortalecimiento del dólar y un mejor comportamiento de las bolsas deberían frenar la entrada de capitales en los mercados de materias primas», argumentan desde Consulnor. En lo que respecta al crudo, que durante las últimas fechas ha registrado una rebaja en su precio, se aventura que podría seguir subiendo en el corto plazo, si bien se apuesta por una corrección a la baja a medida que la desaceleración del crecimiento global se profundice. Mientras, el oro ha seguido marcando récords en su cotización, si bien se escuchan voces que apuntan a que la posible recuperación del dólar podría penalizar su evolución.

VIVIENDA

A la espera de acontecimientos La crisis del sector inmobiliario y la consecuente rebaja de precios registrada por la vivienda -en la usada podría llegar hasta el 20%- llevan a pensar que este es un buen momento para invertir en un piso. Pero los expertos del sector consultados creen que no. «Si no hay necesidad, hay que esperar un poco antes de invertir en vivienda, porque previsiblemente bajará aún más en lo que queda de año, e incluso en 2009», argumenta uno de ellos, que añade que «hay oportunidades, pero no recomiendo la vivienda como inversión ahora mismo». Uno de los elementos que, sin duda, influirá en que esa rebaja sea mayor o menor será la presión que los bancos y cajas ejerzan sobre los promotores para recuperar las fuertes deudas que acumulan.