VIVIR VERANO. SALUD
El Sol: cuánto, cómo y cuándo
Estudios recientes vinculan la vitamina D con la prevención de algunos tipos de cáncer
LOS BENEFICIOS
Fortalecer los huesos: La función principal de esta vitamina consiste en fijar el calcio de los alimentos en los huesos e impedir que este se disuelva en la sangre y se vaya a los músculos y nervios. En personas mayores ayuda a frenar el avance de la osteoporosis.
Prevenir el cáncer: Estudios recientes han demostrado que las personas que poseen un buen nivel de vitamina D tienen menos probabilidades de contraer cáncer.
Sistema inmunitario: La vitamina solar ha demostrado fortalecer el sistema inmunitario ayudando a prevenir enfermedades de origen infeccioso.
Piel en buen estado: A pesar de que en exceso el sol provoca el envejecimiento prematuro de la piel, si se toma correctamente puede ayudar a mantener una piel sana y tersa.A pesar de sus beneficios, el Sol tiene muchos detractores. Envejece la piel, puede producir manchas e incluso el temido melanoma. Pero tomado correctamente puede ayudar a llevar una vida mucho más sana. Y es que la vitamina D, que se obtiene de los rayos solares, es una sustancia esencial para el organismo humano. Tanto, que algunos científicos han llegado a relacionar su bajo nivel en la sangre con el desarrollo de patologías como el cáncer de colon. Pero, ¿cuánta vitamina D sería necesaria para mantenerse en niveles correctos? Pues según indican los expertos, el nivel recomendado se sitúa entre 30 y 40 nanogramos por mililitro de sangre, algo que se consigue fácilmente tomando el sol durante unos 15 ó 20 minutos.
La 'vitamina solar' es primordial «para la fijación del calcio en los huesos, por eso es tan importante en enfermedades como la osteoporosis», explica Ricardo Juan Bosch García, profesor de la Universidad de Málaga y miembro del servicio de Dermatología del Hospital Clínico. Sin embargo, estudios recientes, como por ejemplo, el del Instituto de Investigaciones Biomédicas 'Alberto Sols' de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con el Hospital Universitario Puerta de Hierro, apoyan una acción protectora de la vitamina D frente a diversos tipos de cáncer, particularmente de colon, y también los de próstata o mama.
La mayoría de estudios epidemiológicos realizados indican que concentraciones bajas de vitamina D en sangre se asocian a un riesgo mayor de padecer cáncer colorrectal, mientras que aquellas personas con concentraciones en el rango más elevado tienen menor riesgo. Estos hallazgos demuestran que esta vitamina es un compuesto con múltiples funciones.
Cremas solares
La clave para beneficiarse de los rayos solares y evitar sus riesgos está en seguir una serie de pautas sencillas, algo que no todo el mundo sabe hacer correctamente. Los protectores solares, por ejemplo, recortan la síntesis de vitamina D en la piel. Cualquier dermatólogo recomendaría su uso. Según Bosh, «para una persona adulta de piel blanca y sana, lo mejor es un factor de protección intermedio». No hace falta decir, que para personas de piel muy blanca y para los niños es necesario un factor más elevado que para alguien de constitución morena.
Basta una exposición solar que cause un ligero enrojecimiento de la piel para que ésta sintetice niveles saludables de la vitamina D. Además, una exposición prolongada no aumenta la concentración de esta sustancia, puesto que la luz ultravioleta (UVB) también degrada la vitamina D, por lo que se evita una producción excesiva. No es bueno tomar el sol durante un buen rato sin crema protectora. Y sí resulta muy conveniente que los rayos den en la cara y en los brazos durante unos minutos todos los días.
Otra importante recomendación es empezar con un factor de protección solar más alto, sobre todo la primera semana de exposición al sol e ir rebajando en los días posteriores. Es recomendable aplicarlo en casa, o al menos, 30 minutos antes de que realmente se esté expuesto a las radiaciones solares.
El nivel de protección de la crema puede calcularse. Se trata de un número que indica cuál es el múltiplo de tiempo al que se puede exponer la piel protegida para conseguir el mismo efecto que se obtendría si no se hubiese aplicado ninguna protección. Por ejemplo: si una persona puede exponerse al sol 10 minutos sin tener enrojecimiento ni quemaduras, un factor de protección solar 15 utilizado adecuadamente la protegerá del sol durante 150 minutos (10x15), aproximadamente.
Siempre con cuidado
El dermatólogo Ricardo Bosh recuerda que hay que evitar las zonas centrales del día para tomar el sol porque es cuando se producen más radiaciones ultravioleta B, «que son dañinas para las células del organismo». Según este experto, lo indicado es resguardarse de las 13.00 a las 15.00 horas. Además, «es aconsejable hacerlo de forma progresiva, es decir, empezar exponiéndose en torno a unos 20 minutos e ir progresando con otros 10 ó 15, hasta llegar incluso a las dos y tres horas para los que les encante estar tumbados en la toalla».
La opinión del doctor Bosch acerca del uso de aceites para conseguir un moreno más rápido es bastante distinta. Considera que se trata de una práctica que no tiene utilidad: «Es una leyenda urbana, al igual que lo de comer mucha zanahoria para coger color».
Ricardo Bosch explica que la vitamina D se obtiene del sol. Aunque hay alimentos que contienen esta sustancia, incluso últimamente se están diseñando productos enriquecidos, según el dermatólogo, las radiaciones solares son imprescindibles para convertir esa vitamina D de la comida en una forma biológicamente activa. «Se trata de una sustancia que no se ingiere», puntualiza. Es por ello que no se podría sustituir el contacto con el sol por alimentos que contengan vitamina D, porque ésta «es eliminada durante el proceso digestivo»
Sin embargo, lo ideal es hacerlo todo junto. Algunos alimentos ricos en calcio como la leche, los huevos, la mantequilla o el aceite de hígado de bacalao, contienen también esta sustancia y en conjunción con el sol pueden aportar importantes cantidades de vitamina D.
Con respecto a las cabinas de rayos UVA, no son inofensivas. Si se toman con precaución, los rayos UVA pueden resultar beneficiosos para el organismo, pero hay que respetar una serie de normas, como el tiempo máximo de exposición, la periodicidad con que se deben dar las sesiones y, sobre todo, saber que no se debe utilizar este servicio si se tiene una piel muy clara, manchas, pecas o si se está embarazada.
Chica rubia aburrida en la playa busca sexo
Hace 14 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario