Los proyectos de Martiricos, La Térmica y Repsol están pendientes de la aprobación de la Junta y sobre los dos últimos existen informes contrarios de Aviación Civil. Sevilla, Almería, Cádiz, Córdoba y Huelva también han apostado por los rascacielos como símbolo de modernidad para el urbanismo del futuro
Cuando Málaga aspira a sumarse a la tendencia de construir edificios en altura como símbolos de modernidad para el urbanismo del futuro, otras capitales andaluzas ya ejecutan este tipo de edificaciones, que se configuran como nuevos referentes del paisaje urbano del lugar en el que se ubican. Son los casos de Sevilla, Almería y Cádiz, donde ya se han iniciado los trabajos para unos rascacielos que marcarán un hito histórico en el perfil de estas ciudades.
El caso más llamativo es el de Sevilla, donde hace más de un año se puso la primera piedra para el proyecto de Puerto Triana, una torre de 178 metros que casi dobla a la Giralda en altura y que ha generado no poca polémica. Promovida por Cajasol, la actuación ha contado con todas las bendiciones del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, si bien está pendiente de recibir un informe de la Unesco que podría frenar su ejecución. Se levantará al sur de La Cartuja, a menos de dos kilómetros de la Catedral hispalense.
Además, Sevilla tiene pendiente otro proyecto de rascacielos. Se trata de Torre Sevilla, un edificio de 105 metros de altura y 30 plantas que se levantará en la entrada sur de la ciudad, en Bellavista.
Mucho más avanzados se encuentran los proyectos de grandes torres en el litoral andaluz. Es el caso de la Torre Laguna (106 metros), que está prácticamente finalizada en la localidad almeriense de El Ejido, y de las Torres de Hércules (126 metros), que han empezado a establecer un nuevo techo urbanístico en el municipio de Los Barrios, junto a Gibraltar.
Además, en Córdoba, la Junta de Andalucía ya ha pedido los permisos de obra para la que será la edificación más elevada de la capital de la Mezquita, ya que medirá 56 metros, uno más que su torre. Albergará un buen número de departamentos autonómicos.
353 metros en Huelva
Por otro lado, destaca igualmente, en este repaso por los proyectos de rascacielos andaluces, el ideado por el arquitecto Santiago Calatrava para la futura estación del AVE en Huelva, a instancias del Ministerio de Fomento. Es un hotel que alcanzaría una altura de 353 metros, lo que lo convertiría en uno de los edificios más altos de Europa. No obstante, los técnicos de Adif, la empresa pública de infraestructuras ferroviarias, están reestudiando el diseño, por lo que no está del todo claro que se llegue a realizar.
En el caso de Málaga, los proyectos de torres están supeditados a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por parte de la Junta de Andalucía. Son las dos previstas en Martiricos (30 plantas, unos 90 metros), cuatro en Repsol (117, 124, 131y 186 metros) y otras cuatro en La Térmica (unos 108 metros). Las dos últimas operaciones han sido rechazadas por un informe de Aviación Civil, ya que superan el campo de seguridad para las operaciones de vuelo. No obstante, de las cuatro torres en La Térmica, dos no tienen que someterse al dictamen vinculante del Gobierno andaluz, al regirse por el Plan General en vigor, del año 1997.
Cuando Málaga aspira a sumarse a la tendencia de construir edificios en altura como símbolos de modernidad para el urbanismo del futuro, otras capitales andaluzas ya ejecutan este tipo de edificaciones, que se configuran como nuevos referentes del paisaje urbano del lugar en el que se ubican. Son los casos de Sevilla, Almería y Cádiz, donde ya se han iniciado los trabajos para unos rascacielos que marcarán un hito histórico en el perfil de estas ciudades.
El caso más llamativo es el de Sevilla, donde hace más de un año se puso la primera piedra para el proyecto de Puerto Triana, una torre de 178 metros que casi dobla a la Giralda en altura y que ha generado no poca polémica. Promovida por Cajasol, la actuación ha contado con todas las bendiciones del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, si bien está pendiente de recibir un informe de la Unesco que podría frenar su ejecución. Se levantará al sur de La Cartuja, a menos de dos kilómetros de la Catedral hispalense.
Además, Sevilla tiene pendiente otro proyecto de rascacielos. Se trata de Torre Sevilla, un edificio de 105 metros de altura y 30 plantas que se levantará en la entrada sur de la ciudad, en Bellavista.
Mucho más avanzados se encuentran los proyectos de grandes torres en el litoral andaluz. Es el caso de la Torre Laguna (106 metros), que está prácticamente finalizada en la localidad almeriense de El Ejido, y de las Torres de Hércules (126 metros), que han empezado a establecer un nuevo techo urbanístico en el municipio de Los Barrios, junto a Gibraltar.
Además, en Córdoba, la Junta de Andalucía ya ha pedido los permisos de obra para la que será la edificación más elevada de la capital de la Mezquita, ya que medirá 56 metros, uno más que su torre. Albergará un buen número de departamentos autonómicos.
353 metros en Huelva
Por otro lado, destaca igualmente, en este repaso por los proyectos de rascacielos andaluces, el ideado por el arquitecto Santiago Calatrava para la futura estación del AVE en Huelva, a instancias del Ministerio de Fomento. Es un hotel que alcanzaría una altura de 353 metros, lo que lo convertiría en uno de los edificios más altos de Europa. No obstante, los técnicos de Adif, la empresa pública de infraestructuras ferroviarias, están reestudiando el diseño, por lo que no está del todo claro que se llegue a realizar.
En el caso de Málaga, los proyectos de torres están supeditados a la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por parte de la Junta de Andalucía. Son las dos previstas en Martiricos (30 plantas, unos 90 metros), cuatro en Repsol (117, 124, 131y 186 metros) y otras cuatro en La Térmica (unos 108 metros). Las dos últimas operaciones han sido rechazadas por un informe de Aviación Civil, ya que superan el campo de seguridad para las operaciones de vuelo. No obstante, de las cuatro torres en La Térmica, dos no tienen que someterse al dictamen vinculante del Gobierno andaluz, al regirse por el Plan General en vigor, del año 1997.
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