Dos ladrones asaltaron con violencia un chiringuito y se hicieron con un botín de 2.000 euros. Así vivieron las víctimas el suceso
Puede parecer el guión de una película de acción, pero es completamente real. Ocurrió en el chiringuito Sens Beach, situado en la playa de La Araña, frente a la fábrica de cementos. Dos atracadores asaltaron hace unos días el local armados con un puño americano. Golpearon a uno de los dueños y lo encerraron con una camarera en el almacén de bebidas mientras desvalijaban la caja fuerte del negocio.Pasaban unos minutos del mediodía del pasado martes. José Manuel, de 28 años, se encontraban detrás de la barra cuando entró lo que parecía ser el primer cliente. Cuál fue su sorpresa cuándo a este primero se le sumó un encapuchado, que se dirigió hacia la joven camarera, la empujó y la tiró al suelo. Luego, comenzaron a pegarle a él. «Me golpearon varias veces, y probablemente no me dieron más porque yo no opuse resistencia», dice el joven empresario. Lo peor vino después. «Nos pusieron una toalla sobre la cabeza para que no pudiésemos verles las caras y nos metieron en el cuartillo de las bebidas», todo esto, según José Manuel, mientras le golpeaban y le pedían una y otra vez que les diese las llaves de la caja fuerte. Él insistía en que no las tenía. Pero los delincuentes las encontraron. Estaban puestas en la cerradura del mismo cuartillo en el que mantenían a recluidas a las víctimas. Fueron probando hasta que encontraron la llave que abría una pequeña caja fuerte y se llevaron una suma en efectivo que oscila entre 1.800 y 2.500 euros. A por la caja fuerteAunque no fue lo único. El botín se incrementó con dos portátiles, el teléfono móvil y la cartera de José Manuel, en la que había unos 50 euros. Lo raro, según el hostelero, es que «fueron directamente a la caja fuerte y no tocaron la caja registradora». Respiró aliviado al comprobar que tampoco se habían llevado su coche.Al parecer, los asaltantes podrían ser de Europa del Este. Uno de ellos llevaba una chaqueta de chándal abierta, sin camiseta, con bermudas y chanclas. Ambos vestidos con ropa oscura. La víctima comenta que tomaron algunas medidas para intentar dejar las menores huellas posible. «Utilizaron guantes en todo momento», recuerda. Los delincuentes se marcharon al lograr su objetivo, dejando a José Manuel y a su compañera encerrados en el cuartillo de las bebidas. «Lo que no sabían era que la puerta se abría desde dentro... ».
Puede parecer el guión de una película de acción, pero es completamente real. Ocurrió en el chiringuito Sens Beach, situado en la playa de La Araña, frente a la fábrica de cementos. Dos atracadores asaltaron hace unos días el local armados con un puño americano. Golpearon a uno de los dueños y lo encerraron con una camarera en el almacén de bebidas mientras desvalijaban la caja fuerte del negocio.Pasaban unos minutos del mediodía del pasado martes. José Manuel, de 28 años, se encontraban detrás de la barra cuando entró lo que parecía ser el primer cliente. Cuál fue su sorpresa cuándo a este primero se le sumó un encapuchado, que se dirigió hacia la joven camarera, la empujó y la tiró al suelo. Luego, comenzaron a pegarle a él. «Me golpearon varias veces, y probablemente no me dieron más porque yo no opuse resistencia», dice el joven empresario. Lo peor vino después. «Nos pusieron una toalla sobre la cabeza para que no pudiésemos verles las caras y nos metieron en el cuartillo de las bebidas», todo esto, según José Manuel, mientras le golpeaban y le pedían una y otra vez que les diese las llaves de la caja fuerte. Él insistía en que no las tenía. Pero los delincuentes las encontraron. Estaban puestas en la cerradura del mismo cuartillo en el que mantenían a recluidas a las víctimas. Fueron probando hasta que encontraron la llave que abría una pequeña caja fuerte y se llevaron una suma en efectivo que oscila entre 1.800 y 2.500 euros. A por la caja fuerteAunque no fue lo único. El botín se incrementó con dos portátiles, el teléfono móvil y la cartera de José Manuel, en la que había unos 50 euros. Lo raro, según el hostelero, es que «fueron directamente a la caja fuerte y no tocaron la caja registradora». Respiró aliviado al comprobar que tampoco se habían llevado su coche.Al parecer, los asaltantes podrían ser de Europa del Este. Uno de ellos llevaba una chaqueta de chándal abierta, sin camiseta, con bermudas y chanclas. Ambos vestidos con ropa oscura. La víctima comenta que tomaron algunas medidas para intentar dejar las menores huellas posible. «Utilizaron guantes en todo momento», recuerda. Los delincuentes se marcharon al lograr su objetivo, dejando a José Manuel y a su compañera encerrados en el cuartillo de las bebidas. «Lo que no sabían era que la puerta se abría desde dentro... ».
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