La Bolsa española, al borde del pánico, perdió 4,5 puntos y retrocedió hasta el valor que tenía en el verano de 2006. El Banco Central Europeo inyectó 30.000 millones en créditos
Lheman Brothers, el cuarto banco de inversión norteamericano, anunció en la mañana de ayer que tiraba la toalla en su lucha por encontrar un comprador y también por buscar una solución a sus problemas de solvencia. Un año después de que comenzase a crecer la ola de las 'hipotecas basura' en Estados Unidos, la resaca colocó ayer a los directivos de esta entidad ante una decisión traumática: la suspensión de pagos y quién sabe si la liquidación total.La decisión se adoptó después de conocer que el banco británico Barclays retiraba su oferta de compra y de constatar que en los próximos días no iban a poder hacer frente al pago de los vencimientos de numerosas emisiones de bonos. Uno de sus principales competidores, Merrill Lynch, también en dificultades, ha tenido mejor suerte y ha sido adquirido por Bank of America por una cifra que cercana los 32.000 millones de euros.La noticia provocó de forma inmediata un reguero de incertidumbre en las bolsas mundiales, que se situaron al borde del pánico. La quiebra de este banco resquebraja la ya de por sí debilitada confianza en el sistema financiero mundial y alienta las dudas sobre la profundidad de la crisis económica. Los expertos dudan en si estamos ante una de las señales de que la crisis financiera comienza a tocar fondo o, como piensa la mayoría, ante la 'punta de un iceberg' que esconde numerosos 'siniestros' en el sector a corto y medio plazo. El Ibex español perdió ayer 4,5 puntos; rompía a la baja lo que hasta ahora ha sido su soporte de 11.000 puntos, para cerrar en 10.899 puntos y retrocedía con ello a valores del verano de 2006. Paradójicamente, el comportamiento de la Bolsa Norteamérica era un poco mejor y a media sesión las pérdidas rondaban el 2,5%.Castigo a los bancosComo era de esperar, las acciones de los bancos fueron las más castigadas. El gigante HBOS perdió el 17,6% de su valor bursátil; Royal Bank of Scotland cedió el 10%; Barclays Bank el 9,8%; Societé Generale se hundió el 9,6% y BNP Paribas el 7,2%. Los dos principales bancos españoles se movieron en una línea similar. El Santander perdió un 6,9% y el BBVA el 6,8%.Con 158 años de actividad y unos activos totales valorados en algo más de 425.000 millones de euros, Lehman Brothers se enfrenta ahora a un proceso similar al de las suspensiones de pagos. Buena parte de esos activos, según han reconocido los responsables de la entidad -especializada en las grandes operaciones de colocación de acciones, bonos, etc.- están dañados. Esto es, son títulos que corresponden a préstamos hipotecarios fallidos y con garantías que han sufrido una notable depreciación, como consecuencia del desplome del mercado inmobiliario norteamericano.Sin valor nominalAlgunas estimaciones de urgencia apuntaban ayer que los inversores que tengan en sus manos 'papeles' emitidos o garantizados por Lheman, perderán en torno al 40% de su valor nominal. El problema -de ahí el temor bursátil generado ayer- es que este banco era hasta ahora uno de los principales comercializadores de bonos en Europa, lo que garantiza un extenso contagio en gestoras de fondos, de planes de pensiones y sociedades de inversión. BBVA ya se adelantó a asegurar que sus gestoras de fondos tienen un riesgo valorado en 86 millones de euros con activos de Lehman, lo que supone una cantidad muy baja en proporción al total de dinero que gestionan. Los mismo hizo el Santander quien cifró en 60 millones sus activos 'afectados'.La bancarrota de Lheman ha devuelto la desconfianza al mercado financiero y ha provocado un nuevo colapso en las operaciones de crédito entre bancos. La intervención de las autoridades norteamericanas la pasada semana de las compañías hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae -también lo hizo antes con Bears Stearns- había abierto un camino a la esperanza, que ha quedado definitivamente roto. «No me tomo a la ligera arriesgar el dinero público», dijo ayer el secretario del Tesoro, Henry Paulson, para transmitir que la salvación de Lheman algo difícil de digerir.En un intento por restablecer la fluidez en el sistema -el parón del crédito puede provocar una crisis en cadena de incalculables consecuencias-, se han adoptado medidas de urgencia a ambos lados del Atlántico. Un grupo de 10 bancos internacionales, entre los que se encuentra Bank of America, Deutsche, UBS y Barclays, anunciaron la creación de un fondo de emergencia de 49.000 millones de euros. Mientras, el Banco Central Europeo inyectaba 30.000 millones de euros en préstamos, para superar la crisis de liquidez del sistema.El presidente norteamericano, George W. Bush, trató también de restar trascendencia al asunto y lo situó como un problema coyuntural y pasajero. «En el corto plazo será doloroso para los inversores y también para los trabajadores de las firmas afectadas -dijo-, pero yo estoy confiado en que, en el largo plazo, nuestro mercado de capitales, que es flexible y resistente, será capaz de absorber el ajuste».
Lheman Brothers, el cuarto banco de inversión norteamericano, anunció en la mañana de ayer que tiraba la toalla en su lucha por encontrar un comprador y también por buscar una solución a sus problemas de solvencia. Un año después de que comenzase a crecer la ola de las 'hipotecas basura' en Estados Unidos, la resaca colocó ayer a los directivos de esta entidad ante una decisión traumática: la suspensión de pagos y quién sabe si la liquidación total.La decisión se adoptó después de conocer que el banco británico Barclays retiraba su oferta de compra y de constatar que en los próximos días no iban a poder hacer frente al pago de los vencimientos de numerosas emisiones de bonos. Uno de sus principales competidores, Merrill Lynch, también en dificultades, ha tenido mejor suerte y ha sido adquirido por Bank of America por una cifra que cercana los 32.000 millones de euros.La noticia provocó de forma inmediata un reguero de incertidumbre en las bolsas mundiales, que se situaron al borde del pánico. La quiebra de este banco resquebraja la ya de por sí debilitada confianza en el sistema financiero mundial y alienta las dudas sobre la profundidad de la crisis económica. Los expertos dudan en si estamos ante una de las señales de que la crisis financiera comienza a tocar fondo o, como piensa la mayoría, ante la 'punta de un iceberg' que esconde numerosos 'siniestros' en el sector a corto y medio plazo. El Ibex español perdió ayer 4,5 puntos; rompía a la baja lo que hasta ahora ha sido su soporte de 11.000 puntos, para cerrar en 10.899 puntos y retrocedía con ello a valores del verano de 2006. Paradójicamente, el comportamiento de la Bolsa Norteamérica era un poco mejor y a media sesión las pérdidas rondaban el 2,5%.Castigo a los bancosComo era de esperar, las acciones de los bancos fueron las más castigadas. El gigante HBOS perdió el 17,6% de su valor bursátil; Royal Bank of Scotland cedió el 10%; Barclays Bank el 9,8%; Societé Generale se hundió el 9,6% y BNP Paribas el 7,2%. Los dos principales bancos españoles se movieron en una línea similar. El Santander perdió un 6,9% y el BBVA el 6,8%.Con 158 años de actividad y unos activos totales valorados en algo más de 425.000 millones de euros, Lehman Brothers se enfrenta ahora a un proceso similar al de las suspensiones de pagos. Buena parte de esos activos, según han reconocido los responsables de la entidad -especializada en las grandes operaciones de colocación de acciones, bonos, etc.- están dañados. Esto es, son títulos que corresponden a préstamos hipotecarios fallidos y con garantías que han sufrido una notable depreciación, como consecuencia del desplome del mercado inmobiliario norteamericano.Sin valor nominalAlgunas estimaciones de urgencia apuntaban ayer que los inversores que tengan en sus manos 'papeles' emitidos o garantizados por Lheman, perderán en torno al 40% de su valor nominal. El problema -de ahí el temor bursátil generado ayer- es que este banco era hasta ahora uno de los principales comercializadores de bonos en Europa, lo que garantiza un extenso contagio en gestoras de fondos, de planes de pensiones y sociedades de inversión. BBVA ya se adelantó a asegurar que sus gestoras de fondos tienen un riesgo valorado en 86 millones de euros con activos de Lehman, lo que supone una cantidad muy baja en proporción al total de dinero que gestionan. Los mismo hizo el Santander quien cifró en 60 millones sus activos 'afectados'.La bancarrota de Lheman ha devuelto la desconfianza al mercado financiero y ha provocado un nuevo colapso en las operaciones de crédito entre bancos. La intervención de las autoridades norteamericanas la pasada semana de las compañías hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae -también lo hizo antes con Bears Stearns- había abierto un camino a la esperanza, que ha quedado definitivamente roto. «No me tomo a la ligera arriesgar el dinero público», dijo ayer el secretario del Tesoro, Henry Paulson, para transmitir que la salvación de Lheman algo difícil de digerir.En un intento por restablecer la fluidez en el sistema -el parón del crédito puede provocar una crisis en cadena de incalculables consecuencias-, se han adoptado medidas de urgencia a ambos lados del Atlántico. Un grupo de 10 bancos internacionales, entre los que se encuentra Bank of America, Deutsche, UBS y Barclays, anunciaron la creación de un fondo de emergencia de 49.000 millones de euros. Mientras, el Banco Central Europeo inyectaba 30.000 millones de euros en préstamos, para superar la crisis de liquidez del sistema.El presidente norteamericano, George W. Bush, trató también de restar trascendencia al asunto y lo situó como un problema coyuntural y pasajero. «En el corto plazo será doloroso para los inversores y también para los trabajadores de las firmas afectadas -dijo-, pero yo estoy confiado en que, en el largo plazo, nuestro mercado de capitales, que es flexible y resistente, será capaz de absorber el ajuste».
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