Investigan en León la posible muerte de una mujer por el mal de las 'vacas locas'

La víctima, que padecía depresión y dolores de cabeza, perdió a un hijo en febrero por la misma enfermedad


Una mujer de 64 años de una localidad próxima a León podría ser la última víctima del mal de las 'vacas locas' en España. La fallecida perdió a un hijo, de 41 años, por el mismo mal el pasado mes de febrero. Fuentes cercanas a la familia aseguraron ayer que se sentía muy cansada, tenía dolores de cabeza y depresión, síntomas similares a los de su hijo, uno de los tres únicos casos diagnosticados en España. Al parecer no había viajado a Reino Unido -uno de los países más afectados- y no había tenido contacto con animales enfermos. Su familia sí ha reconocido que en su casa se habían comido alguna vez sesos de vaca.La Junta de Castilla y León ha enviado muestras de tejido cerebral de la paciente al Hospital Fundación Alcorcón de Madrid, centro de referencia para el estudio del mal. Los análisis deberán determinar si, como su hijo, padecía la variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, relacionada con el consumo de reses afectadas. Los resultados podrían prolongarse durante más de un mes. De confirmarse esta víctima, tres de las cuatro personas diagnosticadas se habrían producido en León, una de las provincias donde más reses enfermas se han detectado. El origen de los pacientes es el único vínculo claro entre los pocos casos detectados de esta extraña enfermedad. Desde que se identificaron las primeras reses con encefalopatía espongiforme bovina en los años 80, no se había hallado en España ningún caso de transmisión humana. Aunque la lista de afectados crecía, poco a poco, en Gran Bretaña, Francia, Irlanda, Portugal o Estados Unidos.La enfermedad sí se había extendido con rapidez entre el ganado español, aunque no parecía que el siguiente paso en la cadena fuera la población, como había ocurrido antes en otros países europeos. Hasta que en verano de 2005 se anunció la primera muerte: una joven madrileña de 26 años. Lo único que la relacionó con la enfermedad era su gusto por las hamburguesas y su trabajo en un laboratorio de sanidad animal.Control garantizadoTres años después, se confirmaron dos nuevos casos en León. En los centros de referencia para el diagnóstico del mal llevaban años viendo formas clásicas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno poco frecuente que ocasiona demencia, pero que no está relacionada con el consumo de carne. Se piensa que la causa es un prión, una proteína que normalmente es benigna pero que, al alterarse, se transforma en un agente infeccioso que lesiona el cerebro. Existe una relación clara entre la proporción de carne exportada y la aparición de enfermos. Ahora también se plantea la posibilidad de que puedan aparecer nuevas víctimas por consumir carne o vísceras de reses autóctonas contaminadas. Desde 2001, las medidas de control son tan estrictas que es casi imposible que entre en la cadena alimentaria carne contaminada. El riesgo es haber comido tejidos infectados antes de esa fecha.La Consejería de Agricultura de Castilla y León pidió ayer «calma», ya que los controles han permitido detectar los casos puntuales que se han ido produciendo en número decreciente. En lo que va de año, Medio Ambiente ha detectado 15 casos de animales afectados por el mal de las 'vacas locas'.