Mejor en la ciudad que en el campo

Mejor en la ciudad que en el campo
Son propias de otros hábitats, pero se han adaptado a vivir en la urbe. Son las aves que comparten techo y cielo con los residentes en la capital
PILAR R. QUIRÓS
MÁLAGA
Vota

0 votos
Opina Ver comentarios (4) Imprimir Enviar Rectificar
Cerrar Envía la noticia
Rellena los siguientes campos para enviar esta información a otras personas.
Nombre
Email remitente
Para
Email destinatario

Borrar Enviar
Cerrar Rectificar la noticia
Rellene todos los campos con sus datos.
Nombre*
Email*
URL de la noticia*




* campo obligatorioBorrar Enviar
getEstrellas()
getVotos()

CERNÍCALOS. Viven en los huecos de las cúpulas de la iglesia de San Pablo, donde se encuentra el Cautivo. / JAVIER FREGENAL
«Mira cómo sobrevuela el Morlaco. Suelen venir la pareja y disfruta mucho cuando hay viento». Todos los días se asoma al balcón de su casa y espera que sus vecinos negros, a los que no es capaz de ponerles nombre, pese a que es incondicional de los documentales de naturaleza del National Geographic. «Son muy grandes, yo creo que son rapaces», comenta María Luisa, mientras se asoma a verlos haciendo bonitas pasadas sobre el pinar del parque de El Morlaco hasta casi la playa. A simple vista, un aficionado a la ornitología creería haber visto unos milanos negros, pero una llamada a tiempo soluciona el problema de la ignorancia. El coordinador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO-Málaga), José Antonio Cortés los saca de dudas: «No, son una pareja de cuervos, que vive ahí desde hace años y que suele frecuentar la zona».
Como esta hay otras muchas aves que se han asentado en la ciudad, a veces incluso perteneciendo a hábitats campestres y que, aun así sobreviven entre el cemento, el ruido y los urbanitas. Son la pareja de halcones peregrinos de la Catedral, las águilas calzadas, que duermen en el Guadalhorce pero que se pasean por la Comisaría de la Policía Nacional y el puerto; los cernícalos primilla que viven en la iglesia de San Pablo y las lechuzas, cárabos, mochuelos y autillos que hacen sus nidos y guaridas en los edificios antiguos del Centro Histórico y en Gibralfaro.
LLEVAN AÑOS EN LA ZONA Cuervos sobrevuelan el Morlaco
«De lejos, y si no le ves la cabeza pueden parecer milanos negros, pero si los avistas bien y los conoces, no hay duda, son cuervos», indica el coordinador de SEO-Málaga, José Antonio Cortés. Siempre se les ha considerado pájaros de mal agüero, pero la realidad es que parecen no serlo. Simplemente, su color negro les apartó de las aves elegidas. Esta pareja de cuervos vive en El Morlaco desde hace años, y suele criar todas las primaveras. Para los que no lo sepan, los cuervos son unas aves muy listas, e incluso ha habido investigadores como Konrad Lorenz que han probado que asociaban palabras a una acción concreta y que incluso aprendían a decirlas como los loros, según indica Cortés. Su asentamiento en esta montaña es antiguo, y es fácil verles cuando hace mucho viento porque disfrutan mucho deslizándose por los 'toboganes' que se forman entre las capas de aire caliente y frío. Al comer de casi todo, porque son omnívoros, no tienen muchos problemas para sobrevivir en la ciudad.
SE COBIJAN EN LAS CÚPULAS Cernícalos en la iglesia de San Pablo
Encima de El Cautivo, en las cúpulas góticas de la iglesia de San Pablo, en el popular barrio de La Trinidad, anida la rapaz más pequeña y grácil de la península Ibérica: el cernícalo primilla. Suele venir desde África a aparearse aquí en primavera, y lo suelen hacer todas las que nacieron aquí, ya que tienen filopatria. Aunque la mayoría vuelve de nuevo al continente africano a pasar el invierno, algunas se quedan aquí durante los fríos. Es un ave insectívora, que suele nidificar en edificios antiguos y en acantilados, al igual que el cernícalo vulgar, que muchas veces asombra a sus vecinos haciendo sus nidos en edificios de la zona costera. La unión del primilla con el Cautivo se fraguó cuando restauraron la iglesia de San Pablo y fueron advertidos por SEO-Málaga. «Desde entonces, el Cautivo y los cernícalos tienen una alianza, una alianza muy bonita porque en las cúpulas de esta iglesia anida una de las rapaces más amenazada de la Tierra», subraya Cortés.
Hay que ser un experto para diferenciar los cernícalos primilla de los vulgares, estos últimos más grandes. El cernícalo vulgar es la rapaz diurna más abundante en la provincia de Málaga. Es más, varios ornitólogos citaron una puesta de vulgar en un edificio grande de Málaga, donde una pareja tuvo seis crías, de las que llegaron a volar todas pese a que la ventana era abierta con frecuencia.
SE ALIMENTAN DE AVES ACUÁTICAS Halcones peregrinos en la Catedral
El aparejador de fábrica de la Catedral, Fernando Ramos, da fe. Una preciosa pareja de halcones peregrinos ha hecho de la cubierta de la Catedral su morada. Y aunque no han pedido permiso para ocupar este espacio, allí son huéspedes de honor. Su alimento, a priori, podían ser las miles de palomas que sobrepueblan el cielo de la ciudad. Pero parece que su pico es de gourmet y prefieren desplazarse a la desembocadura del Guadalhorce para cazar en amplios vuelos a las aves acuáticas. Luego, los restos quedan esparcidos por la cubierta, que observa con detenimiento Ramos, lo que da buena cuenta de que han terminado un jugoso almuerzo. Para ellos, el insigne santuario es como una gran roca, como un cantil en el que suelen instalar sus casas. Es más, de todos es sabido que las rapaces son muy territorialistas, así que el hecho de ser las una de las pocas que planean a placer por el casco antiguo de la ciudad puede ser uno de los atractivos que les ha hecho asentarse en esta basílica. Hace tres años, el nido de esta pareja fue expoliado por alguien que tuvo acceso al tejado para realizar unos trabajos. Pero, el Seprona descubrió al culpable y devolvió el pollo ya crecidito al lugar al que pertenecía. Aun así, y pese a este episodio, esta pareja ha seguido confiando en la Catedral para establecer su nido. Y lo cierto es que deben vivir a placer porque la más veloz de las aves se aparea todos los años y suele sacar adelante dos o tres crías. Pocos, porque se hacen los escurridizos, habrán podido apreciar cómo el halcón cae en picado sobre su presa a más de 300 kilómetros por hora. Es un espectáculo de la naturaleza para el que no se pueden comprar entradas. De hecho, estos envites no los hacen en la ciudad puesto que carecen de distancia para realizar en vuelo sus capturas, según puntualiza un polifacético Fernando Ramos, que lleva observando a esta pareja muchos años.
DUERMEN EN EL GUADALHORCE Águilas calzadas cerca de la comisaría
El águila calzada es una especie de rapaz muy abundante en la Península. Aún así, al igual que todas las rapaces y reptiles españoles, está protegida. Es muy común verla volando en cualquier zona campestre y poco a poco empieza a ser normal avistarla si se mira al cielo de la ciudad con cierto conocimiento ornitológico. Uno de sus lugares privilegiados para demostrar sus capacidades de vuelo es en la Comisaría Nacional de Policía. Esta es un ave migratoria, que a veces se vuelve sedentaria como es el caso de las al menos diez parejas que hacen uso para dormir del paraje natural de la desembocadura del Guadalhorce para dormir. El águila calzada, que es la rapaz diurna más abundante en nuestra provincia empieza a ser una residente común de la capital. Es más, realizan una labor higiénica en la naturaleza, ya que suelen comer palomas, de las que hay un exceso de población, precisamente porque se carece de predadores que las ingieran.
VIVEN EN LAS TECHUMBRES Mochuelos y lechuzas en el Centro
Cárabos, lechuzas, mochuelos y autillos son aves rapaces nocturnas que SEO-Málaga ha citado en el Centro de Málaga. Obviamente, si usted sale de copas e intenta ver un ave rapaz nocturna en el casco antiguo no cumpla su cometido. Pero si va bien acompañado de un experto y lo suficientemente callado como para apreciarlo, podrá, si tiene suerte, oír el canto del cárabo. Y si de verlas se trata, es sumamente difícil, ya que se mueven con gran habilidad en la oscuridad. Según el coordinador de SEO-Málaga, José Antonio Cortés, se han avistado lechuzas cazando gorriones en el Parque. Aunque lo mejor es que también comen ratones. Al igual que los mochuelos pueden vivir en las techumbres de los edificios antiguos. También se ha citado la presencia del autillo, que es el ave de presa nocturna más extendida de la provincia. Otro de los visitantes es el cárabo, que los ornitólogos citan en invierno. Se les escucha en Gibralfaro, en el Morlaco, y en el Parque, ya que nidifica en los agujeros de troncos o ramas.