El mantecado más casero
El municipio de Antequera recupera la tradición de elaborar de forma artesanal los dulces más típicos de la Navidad con un taller en plena calle
Los más pequeños también participaron
LA RECETA
Ingredientes: 1 kilo de manteca de cerdo, 1 kilo de azúcar, 2 kilos de harina y 100 gramos de canela.
Elaboración: Añadir el azúcar a la manteca y amasar. Repetir la operación con la canela y posteriormente con la harina hasta conseguir una masa compacta.
Cocción: Siete minutos a 200 grados.
AMPARO PARADA CONTABLE
«He venido con mi hija de tres años y sus primas. Las más pequeñas amasan mejor»
GLORIA LOZANO ESTUDIANTE
«Si mi madre me deja y no ensucio mucho la cocina, los haré en mi casa»
MANUEL FERNÁNDEZ CONFITERO
«Los mantecados caseros pueden durar hasta ocho meses si se conservan a menos de diez grados»
CONCHI ROBLEDO AMA DE CASA
«Cuando era pequeña, mis padres hacían mantecados y lo llevaban al Horno Antequerano para cocerlos» Cuando Conchi Robledo era aún una niña y vivía en el campo, sus padres hacían mantecados en su casa y luego los llevaban al Horno Antequerano para cocerlos. Aquella típica tradición navideña, que normalmente iba ligada a la matanza del cerdo en noviembre, se ha perdido con el tiempo no sólo en Antequera, sino también en la mayoría de los pueblos del interior. Como Conchi, muchos niños de entonces nunca llegaron a aprender de sus padres la receta para elaborar de forma casera los mantecados que hoy se compran por kilos en las tiendas, pero nunca es tarde para ponerse con las manos en la masa y conocer de manos de un experto los secretos para hacer un buen mantecado.
Con delantal y gorro, Conchi siguió ayer las instrucciones del veterano confitero Manuel Fernández durante la celebración de un taller artesanal de elaboración de mantecados puesto en marcha por el Ayuntamiento de Antequera para recuperar esta antigua tradición y dirigido principalmente a niños. Un obrador improvisado en plena calle Cantareros para 60 aprendices fabricó artesanalmente deliciosos mantecados de canela. Para poder elaborarlos, se adquirieron 60 kilos de harina, 30 de azúcar, otros tanto de manteca de cerdo y 1,2 kilos de canela molida.
El secreto
La receta es sencilla. Fernández, confitero del obrador de Pura P. Valle, cerrado recientemente por jubilación, la desveló para los asistentes: 1 kilo de manteca y otro de azúcar por cada dos de harina y unos 100 gramos de canela. Se amasa primero la manteca con el azúcar y, posteriormente, con la canela y la harina. Se le da forma a la masa y se mete en un horno precalentado a 200 grados durante siete minutos y se deja enfriar. Sin conservantes ni ningún otro añadido, su fecha de caducidad es de ocho meses, siempre y cuando la temperatura de conservación no supere los diez grados porque la manteca se funde a una temperatura de 26 grados y el calor podría poner rancio el mantecado. «Antiguamente, hasta se guardaban en las cómodas y no les pasaba nada», recuerda Fernández, que se inició en el mundo pastelero con nueve años.
Gloria Lozano podría seguir sus pasos. Con tan sólo diez años, espera poner en práctica lo aprendido ayer en el taller artesanal en la cocina de su casa. Eso sí, si su madre la deja y no ensucia mucho. La que no tuvo en cuenta ayer si se ensuciaba era la hija de tres años de Amparo Parada, que acudió al improvisado obrador junto a sus primas de cuatro, seis y ocho años.
Pero la cocina no es cosa sólo de mujeres y entre los aprendices había ayer varios niños. Entre ellos, el pequeño Emiliano Sanzo, de siete años, al que le «gusta» hacer mantecados y comérselos. Los que hizo ayer seguro que los probó, ya que los mantecados de canela elaborados en el taller se repartieron entre el público y los participantes. Un dulce regalo de Navidad.
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